El sábado por la mañana viajamos al Pequeño Reino de Ben & Holly. La magia empezó en cuanto llegamos al Teatro Cofidís Alcazar.
Al recoger nuestros tickets para el viaje en la taquilla Marina nos recibió con su enorme simpatía hablándole a nuestros peques por el micrófono con voz de robot.
En el viaje nos embarcamos dos humanos acompañados de un duende de 7 añitos y dos hadas de 5 y 10. Nuestros asientos, centrados a ambos lados de la fila 8 nos permitían disfrutar de manera privilegiada del viaje.
Llegada la hora de partir, un poquito de “que empiece ya que el público se va” y enseguida aparecieron Kiko y Kika, una simpática parejita que se debate entre jugar y dormir. Kika quiere dormir, pero Kiko que tiene un poco de miedo a la oscuridad intenta distraerla con bromas y magia. El duendecillo y las hadas nos miran con cara interrogante ¿Dónde están Ben & Holly?¿Va a salir también Gastón?
La expectación crece por momentos hasta que entre sueños llegamos al Pequeño Reino y vemos aparecer al Viejo Duende Sabio ¡El de verdad! Se ve mucho más grande de lo que esperábamos, pero está claro que en el mágico viaje hemos encogido porque su voz es inconfundible. Y después, los esperados ¡Ben y Holly! Junto con Gastón que se queda tímido viendo todo desde una esquina del escenario. Y al final también aparece Nana Ciruela que llenará el escenario de magia.
Bailes, juegos, burbujas, explosiones de guirnaldas y pelotas gigantes harán que a nuestro duende y nuestras hadas les cueste estarse quietos en sus asientos
¡Y para qué estarse quietos en un asiento cuando la diversión está en los pasillos llenos de duendes y hadas!
El tiempo se nos pasa volando hasta que el viaje llega a su fin, pero antes de volver al calor otoñal de Madrid podemos ver de cerca a nuestros amigos del Pequeño Reino y hacernos fotos con ellos.
Nuestro duende coge a Ben de la mano y Ben le acaricia la cabeza con gran simpatía y ternura. Nos cuesta decirles adiós, pero ya es casi la hora de comer y los habitantes del Pequeño Reino y nosotros debemos reponer fuerzas después de tan gran aventura. Nos vamos todos alegres y con buenas sensaciones aunque nuestro pequeño duende nos preguntaba por qué Gastón había estado tan tímido. Le habría encantado hacerse su amigo y darse un paseo con él.
Así que ya sabéis, si queréis huir por un momento de la rutina de la ciudad, aquí al lado, en el Cofidís Alcazar hasta el día 7 de octubre tenéis una puerta abierta al mágico Pequeño Reino de Ben & Holly.
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