Un año más llega la Navidad y con ello las calles de Madrid se llenan de luz y color, mercados navideños, luces por todos lo lados, belenes, árboles de Navidad gigantes y mucha gente que inunda la capital.
Se que para muchos adultos la Navidad es horrorosa, nos cargamos de compromisos y de obligaciones que al final nos quitan esa ilusión que teníamos cuando éramos pequeños.
Por ello os propongo hacer el ejercicio de mirarlo todo desde los ojos de vuestros hijos, ellos ven lo que realmente es importante y lo que más quieren es pasar con nosotros unos días especialmente felices, juntarse con la familia sin importarles si comen cordero o cochinillo o ver la cabalgata de los reyes en hombros de su padre sintiendo la magia de que esa noche los Reyes irán a su casa para dejarles un regalo.
Una buena manera de inaugurar la Navidad es visitando el centro de Madrid y haciendo el típico recorrido entre Gran Via, Callao, La Puerta del Sol y la Plaza Mayor.
Después de ir algún año en el puente de diciembre hemos desistido de volver a hacerlo por la cantidad de gente que hay. Ahora solemos ir el primer fin de semana que encienden las luces y normalmente podemos ver todo sin tantos agobios. Os aconsejo ir los fines de semana más alejados al día 25 o los días de diario.
Pero muchas veces aunque intentes planificarte las cosas no salen del todo bien y ese fin de semana que teníamos previsto ir prácticamente no paró de llover.
Aun así fuimos unos valientes y allí nos plantamos, paraguas en mano. La verdad es que llovía pero tampoco era una exageración y lo bueno es que con la lluvia había mucha menos gente.
Cuando llegamos era de día y las luces estaban apagadas por lo que decidimos ir a la puerta del sol a ver el árbol de Navidad. Es un árbol gigante en el que puedes pasar por debajo, normalmente hay cola para pasar pero entre que todavía estaba apagado y chispeaba pudimos estar los cuatro solitos debajo de él, fue muy chulo el momento.
Desde aquí nos acercamos a ver Cortilandia, este año los protagonistas son unos simpáticos ratoncitos que nos cuentan como producen material navideño cosiendo y por supuesto cantando, el espectáculo incluye proyecciones audiovisuales que no se veía bien pues todavía era de día. Aun sin ver bien las proyecciones a nosotros nos gustó mucho el espectáculo.
Las luces se encienden a las 18:00, así que decidimos ir a merendar unos ricos churritos. Cuando ya eran casi las 18:00 fuimos de nuevo al árbol de la puerta del sol para estar debajo de él cuando lo encendieran, esta vez si que había más gente. Mientras estábamos debajo mirábamos el reloj de las uvas como si fuera nochevieja pero esperando las seis, fue un momento emocionante, sin embargo llegó la hora y se encendieron todas las luces menos las del árbol, esto si cabe le dio más emoción así que cuando se encendieron al ratito se escuchó un gran ¡¡oooohhhhh!!, el árbol es tan grande como bonito.
Desde aquí nos dirigimos a la plaza mayor a ver el mercadillo navideño más clásico de Madrid. Allí si que echamos algo de menos el ambiente, otros años siempre hay algún artista callejero haciendo algún espectáculo pero con la lluvia no había ninguno, había muy poca gente. El lado bueno es que vimos los puestos tranquilamente, como ningún otro año, y así elegimos algún adorno para el árbol de casa.
En definitiva pasamos una tarde estupenda y dimos por inaugurada la campaña navideña, os ánimo a que paséis un día navideño en el centro de Madrid.
Vuela con tus hij@s, cada momento será irrepetible.
Datos Prácticos
Donde - Puerta del Sol, Madrid
Precio - Gratis
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.