La Cenicienta es un musical de la compañía La Ratonera Teatro. Como todos los espectáculos de esta compañía está lleno de mucho humor, fantasía e imaginación.
Para nosotros es una obra muy especial, porque la vimos hace seis años en el teatro Fígaro y mis peques quedaron enamorados de la obra y del CD que compramos a la salida. Durante mucho tiempo fue la banda sonora de nuestra casa.
Esta vez hemos tenido la oportunidad de acudir al estreno en el Teatro Nuevo Apolo y hemos salido encantados. Los actores, las voces, la puesta en escena y el divertido argumento de la obra en la que siempre cuentan con la interacción del público nos ha hecho disfrutar de nuevo seis años después.
Para empezar los componentes de Le Petit Theatre entran en el teatro paseando por la platea del teatro saludando al público. Son un grupo de nómadas que van contando historias increíbles.
La caótica y divertida compañía después de hacernos pasar un buen rato decide representar La Cenicienta y después de repartir los papeles comienzan a contarnos "la mayor historia jamás contada".
En ella no pueden faltar los personajes más importantes del clásico, Cenicienta, el Príncipe, el Hada Madrina, La Madrastra y sus insoportables hijas.
Todos están estupendos, cada uno en su papel. La interacción con el público es clave en el dinamismo de la obra ya que te hacen sentir parte de la historia.
La puesta en escena, los decorados y el vestuario pretende homenajear a los antiguos cómicos que iban de un pueblo a otro repartiendo cultura y ganándose la vida a duras penas.
Otra cosa que me llamó la atención es lo bien que sonaba y las grandes voces que tenían los actores.
Cada vez que escuchaba alguna canción, venían sobre mi cabeza, momentos en los que mis hijos no paraban de cantar por casa, el "Hoy hay boda", "Mariposas" o "Papelito Pegao". Al día siguiente de la actuación y después de mucho tiempo volvieron a sonar en mi casa estos temas que siempre me traerán momentos inolvidables.
Vimos a muchas niñas disfrazadas de Cenicienta y me pareció una buena idea ya que los que hemos tenido una niña en casa sabemos los que les gusta disfrazarse de princesa, así que ya sabéis aprovechad el momento para disfrazarlas. Algunas se quedaban con la boca abierta cuando al final de la obra se pudieron hacer un foto con Cenicienta, ver esas caras de ilusión la verdad es que no tiene precio.
Solo me queda dar el enhorabuena a La Ratonera Teatro por todo el montaje y recomendar la obra a los demás, si podéis id a verla, saldréis del teatro con una sonrisa en la cara.
Podéis encontrar más información en la siguiente ficha, La Cenicienta.
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